Estoy sentada tranquila en un oscuro rincon,
Mirando atraves del plano cristal.
Un largo desierto es mi corazon...
Admiro muy triste el color otonal.
Respiro el aire tan transparente,
El parque se puso la capa dorada.
El sol que fue otra vez tan caliente
No brilla y deja el alma helado.
La tierra se pone alfombra rojiza,
Volaron muy lejos los pajaritos,
Yo miro al cielo con triste sonrisa
Y quiero escuchar de nuevo sus gritos.
Lloran y se marchitan las flores,
Parece que corta fue su suerte.
No voy a sentir mas sus dulces olores,
Llego el otono y con el—la muerte...
Pero el otono no es tan feo
Si olvidamos que existe el dolor.
Parece a ser un corto recreo
Si llena las almas de paz y amor.
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